lunes, 12 de diciembre de 2011

cuarenta y tres octavos

¿Yo? La sexta estación del año,-si sexta- una mezcla entre un sábado noche, una mañana de invierno y una pizca de él. Cuando hace sol, la más amable de todas; cuando llueve, bueno, vamos a dejarlo en que de las primeras, si, pero por abajo. Soy la estación en la que todo el mundo desea estar cuando necesita a alguien, pero a ese alguien no a uno cualquiera. La sexta, ni séptima ni quinta, sexta, ¿por qué? Porque yo lo digo y no hay más vuelta de hoja. La que querrás tener cerca, y haga que con una puta frase se te alegre la cara para el resto de la tarde. Tengo mucho de locura y poco de cordura -demasiado poco en la mayoría de los casos-, mucho de aquí y poco de allá, nada de rubia pero todo de tonta. El frío de la nieve y el calor del verano pasado; los recuerdos y emociones que nunca se olvidan y una casa sin barrer. Soy aquella que un día quisiste y si eres listo y no quieres pasarlo mal no querrás más, pero para que mentirnos prefiero que seas tonto de remate a perderte.



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