lunes, 9 de abril de 2012

Donde todo es nada sin ti

No me gusta la rutina, el paso del tiempo o las malas decisiones. Detesto los finales, tanto si son felices como si no; la palabra fin implica que ya no hay más, que no sigue, que se acaba. Y querer es difícil, pero como todo, lo bonito cuesta, y no creo que nadie en este mundo prefiera algo simple a algo realmente bonito. Y menos si ese algo se reduce a las dos letras de tu nombre. Es mucho mejor un amor de verdad que mil noches bonitas de mentira. Un desayuno en una cafetería a tu lado que un desayuno con diamantes sin ti.
Y tú eres tú, y yo, soy yo. Bueno no, miento no hay tú, ni hay yo, nosotros. Con todas las ganas del mundo que tengo y que me faltan, así te quiero. No a ratos, yo siempre.









3 comentarios:

  1. Precioso, como siempre.
    Un guiño ;)
    P.D.: Yo también odio los finales. Saber que no hay nada más después me hace sentir un vacío demasiado feo en mi interior.

    ResponderEliminar
  2. Buah,me encanta. Es que es...perfecto,porque no hay nada mejor que lo defina. Veo que esta es la nueva dirección del blog,me pasaré por aquí más a menudo ahora que he vuelto un poquillo a este mundo! jajaja un besazo guapa

    ResponderEliminar