sábado, 22 de octubre de 2011

Tú, como estar a 10 grados bajo cero.

Venga, volvamos, retrocedamos en el tiempo. Aunque solo sea por lo buenos momentos, aunque luego vuelva la tormenta que parecía que no iba a acabar nunca. Por ti, por mí, por nosotros. Retrocedamos para no volver a fallar. Para así recordarte que te quiero en el vaho que se queda en el espejo después de un baño de agua caliente, apuntártelo en calendarios, agendas, en todos tus libros y libretas, escribirlo en cada trozo de papel que encuentre y detrás de cada una de nuestras fotos. Decírtelo cada vez que empecemos a hablar, mientras estemos hablando, pero sobre todo cuando terminemos. Prometo aprender la forma de decírtelo en cien idiomas, o más. Y buscar infinitas maneras de hacértelo saber, para que nunca jamás lo olvides. Te lo diré tantas veces que no te hará falta ni preguntarmelo una vez al mes. Retrocedamos, para cambiarlo, y mejorarlo, para que "cierren la calle del olvido" y no estés tú en ella. Me muero si te quedas y me muero si te vas; pero recuerda que no es lo mismo morirse de amor que de ausencia.



No hay comentarios:

Publicar un comentario